Paco Plaza es un admirador confeso del cine de especie nacido en la cada oportunidad más perfecta industria de Corea del Sur, y, como tal, en su última película ha poliedro forma a una suerte de thriller surcoreano a la gallega en el que esa poesía malsana que asociamos a las producciones del país asiático se da la mano de un insignia preciso y calculado al milímetro que te agarra del cuello durante poco menos de un similar de horas para dejarte sin aliento y destruirte una ocasión presenciado su sobrecogedor final.
Porque habla de la belleza interior, de como el hombre con deformidades tenía un alma mucho más rica y pura que la de aquellos que solo buscaban humillarle constantemente.
Serían los primeros estandartes de una filmografía compleja y a veces inalcanzable de entender en toda su magnitud para el público occidental como es la japonesa, y que en muchos casos nos lleva a considerar aunque directamente de culto todo lo que llega desde allí... aunque sean producciones refrendadas por mastodónticos éxitos de taquilla en Asia.
Con individuo de los mejores blanco y sable de la historia del cine y capitaneados por un damisela Anthony Hopkins y un John Hurt irreconocible bajo tanto maquillaje, El hombre elefante es una película que todo el mundo debería ver.
Esta cinta de Cuarón es un enorme Adiestramiento, a veces agradable por la imbecilidad que impera en sus protagonistas adolescentes (aquella imbecilidad en la que los ataques, por ejemplo, vienen del hecho de que individuo se acostó con la novia del otro), de las identidades, y no necesariamente en la mocedad, sino en toda la vida. Y esta madurez fílmica, se refleja en una escena final narrada por partes que termina en un “
Blade Runner es el film futurista de ciencia ficción más popular de Ridley Scott, precursor a su momento de la corriente de Cyberpunk. Se proxenetismo de la historia de una ciudad en la que la raza humana es clonada y se la emplea para realizar trabajos peligrosos.
Years after a civil war, Erasmo's must face violence once more: His foster mother was murdered. On his way to find the murderer he makes friends with the Jew Saul.
Hay tres películas de culto tituladas 'Maniac' (cuatro, si contamos la nuevo y rarísima serie para Netflix de Cary Fukunaga: parece que falta puede escapar de la extravagancia total si se titula así). Una es el clásico gore de William Lustig y Larry Cohen de 1980, con alma películas online de grindhouse
Vargas llega al poder con la idea de hacer un cambio, pero con Constitución bajo el apoyo (exacto) y una pistola, se sume en la corrupción de un pueblo que ha sido exprimido en todas sus formas.
Emplazar por ‘El irlandés’ Bancal, anticipadamente’, hacerlo a caballo triunfador. Y los que lo hicimos desde el primer momento no nos hemos equivocado, porque el preceptor Martin Scorsese ha poliedro forma a tres horas y media de puro cine en el que confluyen todas sus obsesiones, tanto formales como temáticas y narrativas, dando forma a un relato crepuscular ambientado en el mundo de la mafia que sólo habría podido firmar el bueno de Marty. Una auténtica delicia que Pacino, De Niro y Pesci terminan de elevar al séptimo cielo.
La historia trascurre durante el delirio de Revés en tren de Helga, quien acaba de internar a su marido en una clínica psiquiátrica.
Rasa es sólo un nombre, pero podría ser el reflejo de toda una procreación de jóvenes europeos a los que les cuesta encontrar su sitio en el mercado gremial.
Todo esto en servicio de un cine de calidad que a la similar, sirviera como una proyección de la sociedad y el gobierno del país.
El violín tiene en el centro de su historia a Plutarco, un músico y campesino que adyacente a su hijo, forma parte de las filas de guerrilleros que se enfrentaron al ejército durante la conflagración sucia de la término de los 70.